EL TULIPÁN, LA FLOR MALDITA

 LA CRISIS DE LOS TULIPANES Y SU IMPORTANCIA 


La crisis de los tulipanes en Países Bajos fue un periodo que se prolongó en la década de 1630 y que consistió en una burbuja económica, que desencadenó en una crisis financiera creada por las constantes subidas del precio de los tulipanes. En este país, se podía observar un gran aprecio en comparación con otros países, por las flores exóticas. Ciertamente, la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales permitió el alcance de una prosperidad comercial, que vino acompañada de distintas flores. Pero sin duda la más preciada fue el tulipán.


El famoso tulipán es mundialmente conocido por ser una flor preciosa. Aunque actualmente no es considerada exótica, antiguamente era muy preciada, sobre todo en Europa. Esta flor no tiene uso medicinal, ni siquiera olor como tal, pero su valor llegó a ser bastante impresionante. 


Esta flor procedía de Turquía, dónde crecían millares. El tulipán era utilizado allí para adornar los trajes de los sultanes y tenía connotaciones sagradas. Incluso aquí en España , se han descubierto escrituras antiguas donde se reconoce que los tulipanes también estuvieron presentes en Al-Ándalus, cuando los musulmanes dominaban la península.



Pero centrémonos en el tema principal, el efecto del tulipán en los Países Bajos. Este tan requerido producto fue introducido en Holanda a partir de 1565. Aquí, los tulipanes eran un claro símbolo de riqueza y ofrecían gran prestigio al propietario. Además, el valor de la flor aumentó debido a que el parásito pulgón modificaba el color de los tulipanes plantados en suelo holandés, dando a estos una apariencia multicolor considerada irrepetible. 

La década de 1620


Aunque los economistas de la época trataron de ralentizar y frenar las ventas de los tulipanes multicolor, fueron incapaces de conseguirlo. Las ventas se dispararon sin parar. Todos los ciudadanos querían gozar de semejante flor. En la década de 1620, las ventas de tulipanes alcanzó su auge al tener la mayor cantidad demandada, que coincidió con el momento en el que más rápido crecían las flores, gracias a las avanzadas técnicas de cultivo. Esto conllevó las subidas constantes del precio de los bulbos. Los ciudadanos alcanzaron el punto de intercambiar las mismas propiedades y mansiones por un mísero tulipán. La población enloquecía, podríamos decir que la flor era una droga material, era una moda tóxica. ¿Cómo pudo una simple flor llevar a todo un país, que crecía a buen ritmo, a una crisis financiera?


En 1623, el tulipán alcanzó el valor de 1.000 florines (no se debe confundir el florín neerlandés con el florín antillano). En el mismo año, la flor alcanzó un nuevo récord, un valor de 6.000 florines. 

La década de 1630


Entrando en la década de 1630, parece que el nivel de venta no tiene límite y que no va a decrecer. Tanto el comercio como la economía del país se volcó en la flor, por muy absurdo que resulte de leer. Para la mitad de la década,  los lotes de 40 tulipanes llegaban a los 100.000 florines. Los beneficios se multiplicaron hasta seis veces más que la situación previa al descubrimiento del tulipán en los Países Bajos.


Pero desgraciadamente, un año más tarde, en 1636, una epidemia mortal conocida como peste bubónica dañó a Europa y diezmó a la población neerlandesa. El país carecía de mano de obra, por lo que el precio de los bienes y servicios, entre ellos lo tulipanes, subieron considerablemente su precio. Debido a la alta demanda y a la vez poca oferta en años anteriores de tulipanes, el Estado y los ciudadanos no tenían fondos suficientes para hacer frente a la crisis interna que se avecinaba. La población consumía cada vez menos bienes y servicios por los altos precios.


Tal y como estaba la situación, irónicamente la solución era conseguir más lotes de tulipanes y venderlos con una mejor oferta. Pequeños comercios decidieron crear un mercado de futuros para salvar sus negocios, con la promesa de traer nuevos lotes de la flor, lotes que ni siquiera habían sido plantados. Estos mercados, por cierto, eran ilegales en Holanda desde una ley promovida en 1610. Estos mercados de futuros no vinieron nada bien, ya que los compradores tan solo se endeudaron.


Pero, tal y como es el clásico ciclo de vida de un producto, la etapa de crecimiento y madurez del tulipán llegó a su fin, y la etapa de declive fue drástica, cayendo su valor en Bolsa en picado.


créditos de imagen aquí


La última gran venta se produjo en 1637, cuando se vendieron un millón de tulipanes por simplemente 90.000 florines, un cambio estrepitoso en comparación con años atrás. Días después, la mayoría de lotes se dejaron de vender por todo el país. La burbuja estalló de forma bastante esperada, y la inversión de flores era casi irrecuperable, ya que habían muchos negocios y nadie que comprara. Este suceso afectó a todas las clases sociales, desde artesanos hasta las clases más altas. La falta de garantías y el futuro incierto que brindaba el mercado de los tulipanes llevó a un país considerado potencia mundial a la quiebra.  

Comentarios

  1. ¡Muchas gracias! Me ha ayudado bastante, ¡no sabía tanto sobre este tema!

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  2. Información muy útil y buena explicación.
    Excelente

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  3. No había indagado en este tema hasta leer este artículo. Es increíble cómo unas flores pueden influir tanto en la economía. Muy interesante!

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  4. Un artículo muy interesante acerca de un tema bastante desconocido. Increíble lo voluble que puede llegar a ser la economía, sobre todo si se trata de flores.

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